¿Está preparada tu vivienda para hacer frente a un terremoto, huayco o inundación? ¿Le das mantenimiento de forma continua? ¿Participas en simulacros? ¿Tienes preparada tu mochila de emergencia? En la prevención, cada detalle importa
En principio, toda construcción debe ser antisísmica. Es decir, todas las obras construidas por profesionales y respetando las normas vigentes deben estar preparadas para no colapsar en caso de terremoto. “El diseño sismorresistente es una obligación por ley”. Las claves para una vivienda segura son cuatro: zona de construcción adecuada, suelo sólido, buenos materiales, y construcción ajustada a las normas técnicas vigentes, supervisada por profesionales.
Elegir un buen terreno
Si tu casa aún es un proyecto a concretar, se debe prevenir desde la primera piedra: es clave elegir un terreno adecuado, no solo en función a la ubicación, sino también a tu presupuesto. “Se puede construir bien y seguro en cualquiera de las zonas. Pero eso lo hace un ingeniero. Si no tienes un terreno plano, adecuar un terreno en ladera para que sea estable y apropiado para construcción es costoso, y debe hacerlo un profesional. El mayor riesgo está cuando un suelo tiene características especiales, pero se construye como si fuera una construcción normal”. Construir en las laderas de un cerro es posible, pero por su alto costo debería ser un lujo. Mucho cuidado con construir en esas zonas con pircas improvisadas. Asimismo, los suelos blandos pueden estabilizarse, pero con apoyo técnico.
Una construcción antisísmica y segura
Si ya has construido tu casa, corresponde constatar qué tan sólida es. ¿Has levantado varios pisos en una vivienda con cimientos preparados para una sola planta? ¿Tu construcción es demasiado alta y angosta? ¿Has querido ‘ampliar’ el área tu segundo piso con volados que no están amarrados a la estructura central? ¿Construiste en suelo blando sin hacer vigas de cimentación? ¿Usaste ladrillo pandereta en paredes estructurales? ¿Echaste más agua o arena a tu mezcla de concreto para ahorrar cemento? Cuidado, estás en riesgo.
Ricardo Proaño añade a esta lista cuestiones relacionadas a la situación actual de la casa y al mantenimiento. “La construcción no debe presentar agrietamiento con espesores mayores a 0.4mm en elementos de concreto armado como vigas, columnas o placas. No debe de presentarse deterioro por pérdida de concreto, ni acero de refuerzo expuesto y en estado de oxidación. No debe de haber evidencia de humedad y sales en muros de ladrillo ni pérdida de tarrajeo”, detalla. Las dos últimas reglas aplican también a los techos. Verifica su tu casa cumple con estas normas básicas. Caso contrario, convoca a un especialista para confirmar si tu vivienda es peligrosa en caso de sismo y debe ser abandonada, o es habitable pero debe ser modificada y reforzada.
Mi casa es de adobe o quincha. ¿Es segura? ¿Cómo puedo reforzarla?
Las construcciones de ladrillo y cemento no son las únicas que otorgan seguridad. Se pueden realizar construcciones de adobe y quincha si se siguen los lineamientos de la norma sismorresistente y se hace el mantenimiento adecuado para ese tipo de materiales. Estas prácticas seguras se encuentran detalladas en la norma de construcción E080, específica para construcciones de este tipo. Nuevamente, siempre se debe construir con apoyo de especialistas en construcción.
Dependiendo del riesgo que predomine en tu área, hay diversas formas para reforzar una vivienda de este tipo. Atención: no hay mayor error que tratar de fortalecer o resanar las estructuras centrales de una vivienda de quincha o adobe, con cemento. Esta práctica puede hacer que la vivienda sea incluso más insegura que antes frente a un movimiento telúrico, ya que los materiales reaccionarán de forma diferente ante las vibraciones y acelerarán el colapso. Si necesitas reforzar techos o paredes de una casa de quincha y adobe, es necesario sustituir las vigas de madera picadas por otras nuevas. Si tienes una pared deteriorada, puedes incorporarle una geomalla y resanarla con el material original o con cal. Consulta con especialistas para hacerlo adecuadamente.
Asimismo, si vives en un solar o en una casona con gran deterioro, puedes crear una ‘caja de seguridad’ dentro de la construcción o en el patio común. Se trata de una estructura de 3x3m con columnas de madera (o hierro), y vigas con listones de 4 o 5 pulgadas. Se debe reforzar con malla para que no colapse. Se convertirá en una especie de fortín de seguridad. La casa podrá derrumbarse, pero esa estructura se mantiene. En este espacio deberíamos tener mochila de emergencia y todo lo que nos permita sobrevivir si la casa colapsa y quedamos atrapados.
Finalmente, si te encuentras en una zona propensa a huaycos e inundaciones, concéntrate en generar un zócalo protector para evitar que la base de la pared de adobe se humedezca y colapse. Lo recomendable es proveerles de un zócalo hecho por una capa de cemento fino y de arena para impermeabilizar y evitar que el agua moje directamente el adobe.
En este caso, el cemento funciona solo como una protección impermeable en la parte baja de la pared, con un grosor máximo de dos centímetros. No alterará la resistencia de la estructura. Otras opciones son: crear un zócalo con mayólicas, usar pintura epóxica (de barco) o, incluso, impregnar las partes bajas de las paredes de adobe con varias capas de clara de huevo. Todo depende del presupuesto. Ojo, estas no son soluciones definitivas, pero retrasarán el colapso de una casa en un escenario de riesgo. Finalmente, no hay que olvidar el poder de la prevención en equipo. Crear canaletas y drenajes en los alrededores de las casas y en las vías principales puede disminuir los estragos de una inundación o desborde. Organízate con tu comunidad y ponte manos a la obra.
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