Debido a una serie de causas diferentes, el desplazamiento de la tierra por el agua puede ser natural o acelerado. La erosión hídrica ocurre con mayor facilidad en suelos arenosos. La erosión hídrica natural está fuera de control humano y no influye significativamente sobre la fertilidad del suelo. Ejemplos de erosión hídrica de este tipo se deben a fuerzas naturales: la lluvia, la nieve derretida o la escorrentía. Cada tipo de suelo tiene su índice de erosión hídrica natural, dependiendo de las propiedades de la tierra de cultivo y el clima en el que se encuentra.
Por el contrario, la erosión hídrica acelerada es consecuencia de una agricultura irracional. La erosión hídrica es causada por la elección incorrecta del método de riego, de la cantidad de agua o por el riego a destiempo, causando la destrucción de la capa fértil de tierra.